Informe TRANSFORMA ESPAÑA
DEJA TUS PREGUNTAS EN LOS COMENTARIOS Y ESTA TARDE A LAS 18 HORAS SE PROPONDRÁN EN EL SEMINARIO LUCAS BELTRÁN, AL QUE ACUDIRÁ EL COORDINADOR DEL INFORME, MARC ALBA, Y QUE SE PODRÁ SEGUIR EN ESTE MISMO BLOG. Fruto del trabajo de cien personalidades del mundo de la empresa española y expertos en materias clave... View Article
DEJA TUS PREGUNTAS EN LOS COMENTARIOS Y ESTA TARDE A LAS 18 HORAS SE PROPONDRÁN EN EL SEMINARIO LUCAS BELTRÁN, AL QUE ACUDIRÁ EL COORDINADOR DEL INFORME, MARC ALBA, Y QUE SE PODRÁ SEGUIR EN ESTE MISMO BLOG.
Fruto del trabajo de cien personalidades del mundo de la empresa española y expertos en materias clave para la regeneración de nuestro país, la Fundación Everis ha elaborado (en noviembre del 2010) un documento que pone de relieve la gravedad de la actual crisis económica, sus causas y consecuencias y propone una serie de soluciones y actuaciones en todos los ámbitos del sistema que deben producirse en los próximos años para generar un verdadero cambio. El exhaustivo informe fue presentado al Rey Don Juan Carlos y se remitió a todos los grupos políticos con representación parlamentaria. En sus más de cien páginas, los ciudadanos, políticos, las administraciones, la empresa y las entidades financieras han de encontrar la clave para resucitar a nuestro país de una crisis de la que ningún agente externo nos va a sacar. No es ningún secreto que España está en el ojo del huracán desde hace meses, y más aún tras los rescates de Grecia e Irlanda.
Estas son algunas de las conclusiones que se reflejan en el informe:
– En España no existe separación de poderes, los políticos controlan el poder judicial. No hay una verdadera democracia. Los políticos no dan la talla.
– Cuanto más complicados son los problemas que ha de afrontar el país, menor es la capacitación de quienes tienen el poder. Aplicable al presidente del Gobierno, pero también a la oposición. Líderes mediocres.
– El sistema educativo es tercermundista.
– La sociedad española tiende a la sumisión, se somete a cualquier demagogo indocumentado.
– El indicador “valor-país” (competitividad, sostenibilidad, influencia, bienestar, calidad de gobierno y economía) creció entre 1997 y 2007. A partir de 2007 se ha producido una fuerte caída, y en 2009 bajó a niveles de 1997: diez años perdidos en sólo dos. Para 2020 esa magnitud será la mitad que en 2009.
– Si las cosas se hubieran hecho correctamente, el valor-país sería seis veces mayor. Se ha llegado a una España poco atractiva, que ha perdido posiciones en todos los indicadores.
– Necesidad de un cambio de sistema electoral, para evitar la dictadura de la partitocracia que suponen las listas cerradas y bloqueadas. Ir a un sistema de elección más directa. Un sistema proporcional que corrija el excesivo poder que tienen las minorías nacionalistas.
– Clarificar el modelo autonómico, acabar con la duplicidad de administraciones. Inmanejable un Estado con diecisiete comunidades, más de 8.000 ayuntamientos (en su inmensa mayoría, menores de 5.000 habitantes), diputaciones, cabildos… y 4.000 empresas públicas donde domina el oscurantismo en sus cuentas.
– El Estado carece de instrumentos de control y corrección, no sabe lo que gastan las autonomías ni cómo.
– Hace falta consenso entre los partidos en: educación, ciencia y energía. Que sean pactos estables y de largo plazo. Pero la evolución en España tiende a lo contrario.
– Pérdida de confianza en el Tribunal Constitucional y en el funcionamiento de la justicia.
– España pierde posiciones en todos los indicadores, la situación es peligrosa y preocupante para el futuro de los españoles y para la posición de España en el mundo.
7 comentarios
Todas esas conclusiones las tiene en la cabeza cualquier ciudadano que vea por los dos ojos, que haya salido del control intelectual de la partitocracia. No se puede estar más de acuerdo si no se es un Don Tancredo cualquiera, que mira al tendido mientras el toro se lleva a todo dios por delante (políticos partitócratas) o parte de la masa que se informa solo por la tele y demás medios afectos al régimen y, además, tiene las neuronas de vacaciones.
Bien, ya lo tiene el Rey, ya lo tienen los partidos, los medios ….. ¿y qué esperáis? A joderse por pensar y no ser borregos.
Lo siento Mary, pero veo la cosa muy mal.
Pues estoy de acuerdo en todas las conclusiones, ya ves. Lo único, la reforma del sistema electoral, que es imprescindible aunque PP y PSOE la impedirán porque, cualquier reforma (excepto la prohibición del resto de los partidos) les perjudicaría.
Yo dudo entre ampliar la proporcionalidad, que mantendría incólume la partitocracia, pero introduciría más variedad y dificultaría las mayorías absolutas, que es bueno, y un sistema mayoritario a dos vueltas con circunscripciones pequeñas. Elminaría aún más los partidos pequeños, pero socavaría el poder del aparato de los partidos, al responsabilizar directamente a los elegidos ante sus electores. ¿qué es preferible? Quí lo sá.
La regeneración de España a estas alturas es harto complicada para cualquier colectivo, pero desde luego nunca podrá venir de un colectivo cualquiera definido en sí mismo por sus propios intereses, como tal colectivo, en cuanto que nunca habrá regeneración ni gobierno mientras no se proyecte sobre la necesaria ecuanimidad del interés general, en el amparo a todos esos intereses o derechos, garantizando su coexistencia. El colectivo de empresarios puede tener intereses nítidamente marcados como opuestos al de trabajadores, políticos u otros, por lo que sus soluciones estarán sujetas cuando menos a la suspicacia y recelo, de otros colectivos que no comparten sus mismos intereses.
La unidad nacional se sustenta en las garantías al derecho nacional desde la total igualdad ante la ley. Cualquier solución pasa porque el poder soberano nacional, resida inapelablemente en la unidad del conjunto ciudadano, en libre uso democrático del mismo como instrumento democrático a las garantías de ese interés general. En cuanto que ese interés no sea general, se rompe la unidad y se diluye el poder soberano popular, quedando todos a merced del crimen organizado, como es la situación actual.
Una vez consolidada esa soberanía como máximo poder, al que se someten todos los demás poderes, no es difícil proponer formas de gestión de ese interés general, mediante un estado reducido a la mínima expresión como instrumento neto de solución y garantía de los diferentes servicios comunes nacionales. Tras las garantías democráticas que a su vez garantizan el interés general, la libertad para actuar en pro de los intereses colectivos o particulares, es plena y totalmente legítima.
Se trata de invertir las condiciones actuales del estado con respecto a la ciudadanía. Un estado al servicio del ciudadano y no al contrario, como el actual. Para ello es necesario compactar a esa ciudadanía dividida y evitar la unidad colectiva que las mafias políticas hacen del estado, ajustando la gestión del mismo netamente al derecho, protegiéndolo del manoseo ideológico que lo prostituye. Para ello es necesario desterrar la inevitable corrupción política y suplantarla por una gestión profesional, bajo contrato comercial.
El modelo de estado jamás debe ser construido sobre ideología alguna, sino sobre la rigurosa ecuanimidad de la justicia armada con la ley por justa, en pro del amparo del derecho, tanto individual como colectivo, del conjunto ciudadano. Su gestión debe ajustarse a las condiciones contractuales de una Constitución que articule debidamente la soberanía nacional, como principal mecanismo democrático que garantice su propio estado de derecho.
Me inclino por abolir el sistema político tal cual lo conocemos, proponiendo un sistema rotativo parcial por unidad de tiempo establecido (10 % semestral por ejemplo), mediante sorteo, y que la suerte decida de entre una multitud de ciudadanos previamente “recomendados” en suscripciones, por sus vecinos o conocidos (sin campañas electorales), según sus diferentes aptitudes debidamente contrastadas en determinados campos, que bajo un órgano coordinador e igualmente rotativo en porcentajes parciales por tiempo, ejercerán como supervisores de una serie de gestorías profesionales especializadas en diferentes actividades, contratadas para gestionar nuestros diferentes servicios públicos, incluida la rentabilización en el control y uso de recursos, equipamientos y empleados del estado, para su correspondiente amortización. Estas gestorías darán cuenta permanente a sus respectivos supervisores y se subordinarán a las condiciones contractuales de la Constitución, a la legalidad orgánica y a las normas por las que se regule el mercado de trabajo, pudiendo optar a la renovación automática de sus contratos, hasta un tope máximo establecido, o a la rescisión igualmente automática del mismo, bien por su finalización, o por incumplimientos o negligencias que así lo justifiquen.
Igualmente el servicio judicial, debe ser profesional e independiente siendo sus coordinadores y supervisores elegidos de entre sus destacados y eminentes, mediante sorteo para ejercicio temporal y rotativo, quedando todos sus miembros igualmente subordinados a la contractualidad constitucional, a la legalidad orgánica y a las normas de regulación del mercado de trabajo. Del mismo servicio judicial se puede seleccionar y extraer al menos el 50% para completar un órgano legislativo autónomo pero en estrecha colaboración en el diseño de las leyes, con el conjunto de funcionarios judiciales.
Importante que a los medios se les exija veracidad e imparcialidad, en sus informaciones, debiendo distinguir o diferenciar claramente entre publicidad, opinión e información, sin limitar ninguna de ellas.
Las FSE y en su defecto o necesidad, las FF.AA deberán intervenir en caso de que se observe resistencia en el debido cumplimiento del orden constitucional, bajo petición expresa de al menos dos órganos independientes, de entre el órgano coordinador, el servicio judicial, o el legislativo.
Este esbozo a muy grandes rasgos, sería largo de concretar y ajustar, no llegando nunca a ser completamente seguro, pero desde luego cuando menos taparía muchísimos agujeros y coladeros por los que el crimen accede con absoluta impunidad al control de los poderes del estado. Al menos destruye los trucos ideológicos para malversar las leyes legitimando la indefensión de sus víctimas y meter la mano en bolsas ajenas, además de evitar o reducir drásticamente la malversación, la corrupción y el despilfarro sin medida, ni control, ni contención a costa de compadrear o apoyarse en asesinos, ‘cordones’ y mercadeos de votos.
Totalmente de acuerdo en que hay que hacer algo en materia de educación, ciencia y energía!!!! Siento tirar hacia lo que a mí me toca pero mientras no se transformen las dos primeras no vamos a ser un país capaz de producir nada….
PROPONGO PARA EL OBLIGADO CUMPLIMIENTO DE LA CLASE POLÍTICA DOS MEDIDAS SENCILLAS QUE SEAN EL COMIENZO DE UN MARCO REGULADOR DE DICHA CLASE O INCLUSO UN ÓRGANO DETERMINADO (UN OBSERVATORIO POLÍTICO CON CARÁCTER EJECUTIVO, POR EJEMPLO).
PRIMERA- QUE CUMPLAN LOS REQUISITOS BÁSICOS DEL MERCADO LABORAL PARA DESEMPEÑAR UN PUESTO DE RESPONSABILIDAD Y REPRESENTACIÓN.(EJEMPLO: MANEJO DEL INGLÉS).
SEGUNDA- QUE PUEDAN SER CESADOS POR EL INCUMPLIMIENTO DE CRITERIOS OBJETIVOS. ESTA DECISIÓN SE PODRÍA TOMAR POR EL ÓRGANO PROPUESTO DE ACUERDO AL MARCO ESTABLECIDO.
Como profano en Economía hay muchas cosas que no entiendo.
Pero una de las que no me cuadran «ni a martillazos» es la actuación respecto al Sistema Financiero (no ya sólo la actuación de nuestro ¿gobierno?, que ya sabemos que es de «pandereta»: no sólo no entiendo porqué los Bancos españoles entrampados con la deuda propia se han entregado a comprar deuda portuguesa, ¿no dicen siempre lo de diversificar?.
Pero es que el comportamiento de las sesudas instancias internacionales parece aún más peligroso, ¿porqué la relajación monetaria respecto a la financiación no está provocando ya una escalada inflacionista?
(Gracias)
Hemos detrabajar codo con codo, y no a codazos al prójimo; debemos respetarnos tanto en ideas políticas como las espirituales; un agnóstico puede y debe convivir con un gnóstico; y dejarse de persecuciones como las que sufre la Iglesia Católica condenando a los grupos radicales que hacen mofa y befa de ella, y hasta amenazan e intentan quemar a alguna Iglesia.