Capacidad para aburrir al personal

(Desde el lunes pasado colaboro en el nuevo periódico digital de Jesús Cacho, Voz Pópuli. Este es mi primer artículo). Mientras Fitch nos rebaja la calificación, nuestros políticos, en plena campaña electoral, hacen alarde de su capacidad para aburrir al personal. Las razones de Fitch parecen claras: una enorme deuda externa, las cuentas autonómicas deficientes... View Article

(Desde el lunes pasado colaboro en el nuevo periódico digital de Jesús Cacho, Voz Pópuli. Este es mi primer artículo).

Mientras Fitch nos rebaja la calificación, nuestros políticos, en plena campaña electoral, hacen alarde de su capacidad para aburrir al personal.

Las razones de Fitch parecen claras: una enorme deuda externa, las cuentas autonómicas deficientes y una perspectiva de crecimiento menor al 2% hasta el 2013 como mínimo. La exposición de la economía española a las variaciones en los tipos de interés, la necesidad imperiosa de un ajuste de los presupuestos de las autonomías y el lastre que supone una tasa de desempleo mayor del 20% sustentan la recalificación de la agencia de rating europea.

Sin embargo, nuestros políticos están demasiado ocupados como para coger el toro por los cuernos. El PSOE sigue tratando de convencernos de lo bien que lo ha hecho y de lo malos que son quienes nos cuentan que el emperador anda desnudo. Izquierda Unida propone medidas económicas como la “fiscalidad ética” que nos llevaría a una economía de siglos pasados. El Partido Popular, seguro de su triunfo, esboza medidas sin terminar de definirlas, no sea que se chafe la victoria, y continúa con su táctica de subrayar en fosforito los fallos y las renuncias del partido que aún gobierna. Los partidos nacionalistas, como siempre, intentan medrar para seguir siendo necesarios sea quien sea el ganador de las elecciones. Y las formaciones políticas más pequeñas tratan de capear el temporal de impedimentos que nuestro esclerótico sistema electoral pone para que tengan un mínimo de representación en el Parlamento de la nación.

Ninguno de los argumentos de Fitch son nuevos, son más de lo mismo, pero no he leído a ningún político que ofrezca un paquete de soluciones para paliar la desconfianza que genera nuestra economía desde hace ya demasiado tiempo.

Los discursos políticos, por el contrario, son pesados por previsibles, nada novedosos, y los ciudadanos necesitamos otra cosa.

¿Cómo se restaura la confianza de los mercados internacionales? Seguramente con firmeza y un proyecto a medio-largo plazo coherente. Y eso es lo que falta. Ninguno se atreve a decir la verdad: vamos a recortar el llamado Estado de Bienestar, nos vamos a ver afectados todos y lo vamos a pasar mal hasta que las aguas vuelvan a su cauce.

Sin embargo, lo que se ve desde fuera, además de a los indignados apalancados durante meses con la bendición de las autoridades en medio de las plazas públicas, es un país en el que suceden cosas como el escándalo del ayuntamiento de Parla. Tal y como relata el Financial Times, la quiebra del municipio del cinturón industrial de la Comunidad de Madrid no es un caso único. Durante los años de bonanza los bancos y cajas financiaron los desmanes de los ediles más manirrotos. Y llegado el momento actual, con la crisis de liquidez y crédito de nuestro sistema bancario, con la delicada situación de las cajas, los déficit de aproximadamente 8.000 municipios ponen encima de la mesa la terrible realidad: no hay dinero para pagar al personal. Si se tratara de empresas privadas desaparecerían. Pero siendo corporaciones públicas están exentas del veredicto del mercado y la competencia. El caso es que se libran aunque no gratuitamente: alguien paga. Eso sí, no serán los políticos aficionados al gasto excesivo del dinero ajeno quienes sufran las consecuencias. No salir reelegido no es lo mismo que apoquinar para cubrir los rotos financieros. El dinero saldrá, en última instancia, y como siempre, de la sufrida clase media.

Y, paradójicamente, es la misma clase media que clama por no tocar el Estado del Bienestar. Pero ¿qué es el estado del Bienestar? Una de las mejores campañas de marketing de la historia reciente según la cual el Estado, con el dinero de todos, debe asegurar una vida digna para todos. El problema es que el dinero con el que se financia no es de “todos” sino de la clase productiva y que nadie ha definido exactamente qué significa “una vida digna”. En el fondo no se trata de que los más necesitados sean avalados por los que generamos riqueza, sino de que los grupos de presión favorecidos por el político de turno se financien con el producto del trabajo de unos cuantos, sean artistas de dudoso éxito, colectivos dispuestos a vivir del cuento o gente que realmente necesita un empujón para salir adelante. Y ahí a los políticos se les ha ido la mano: están acabando con la gallina de los huevos de oro.

La perspectiva futura pasa, si un milagro no lo remedia, por una subida de impuestos, recortes presupuestarios, vacas más flacas aún. Los ciudadanos le echaremos la culpa a los políticos, o al chachachá, pero nadie asumirá su responsabilidad, ni el bolsillo del alcalde de Parla, ni los gestores de las cajas, ni quienes miraron al techo mientras todo eso sucedía.

51 comentarios

  • Jubal dice:

    Antes dije: «Con Franco se vivía mejor. Y con Kennedy, con De Gaulle o con Erhard, que no eran dictadores autárquicos. La causa no es la aplicación de la fuerza por el poder político sobre “ladrones y sanguijuelas”. La causa es que el nivel de deuda soportado por las economías de los países occidentales en los años 50 y 60 era mucho menor que ahora.»

    No es material de propaganda mitinero. Son hechos. Y bastante claros. Se puede apreciar bien en el primer gráfico de este artículo. La línea roja representa la deuda estatal de los países desarrollados respecto al PIB. Mínimos: años 60.

    El ciclo del auge y declive de las diferentes sociedades es causado por el establecimiento de sistemas de extracción coactiva de rentas (depredación-parasitismo del hombre por el hombre). La expansión de dichos sistemas y un gasto creciente creciente de energía en luchar por su control caracterizan la dinámica de la enfermedad que mata a la sociedad. Un síntoma es el aumento de la corrupción, tanto en el Poder como en sus aledaños y en toda la sociedad (la oligarquía promueve la corrupción del pueblo para poder aumentar su propia corrupción). El crecimiento de la deuda Estatal es un elemento clave en la expansión del sistema de extracción coactiva de rentas, facilitado por la emisión de promesas imposibles de cumplir. El gráfico en cuestión es el de la desintegración social y decadencia de Occidente.

  • Bastiat dice:

    No clandes…. te explicas bien, lo que no haces es argumentar bien.

    Si se te ha dicho que el Estado no procura los servicios que tú dices que DEBE procurar y se te argumenta y tu sólo vuelves y vuelves y vuelves a repetir que el estado debe procurar y hacerlo bien…. no es que yo no me explique bien, es que tú no te quieres enterar….

    Y si te vas a poner borde…..

  • Clandestino dice:

    Me debo explicar fatal.

    El estado debe garantia de acceso al conocimiento y la cultura a todos y cada uno de los ciudadanos. Sin una sola excepción.

    Luego cada uno, además, hace uso de su libertad y de su dinero para obtener ese conocimiento donde le plazca, de la parte del mundo que le plazca.

    Nunca he dicho y sigo sin decir, que tenga que existir una determinada enseñanza impuesta, sino disponible y garantizada en calidad, en variedad y en lugar. La aceptas o la dejas y te la pagas donde te dé la gana, pero ahí la tienes a disponibilidad para tí, tus hijos, familia, vecinos y para todo el que la desee o le parezca suficientemente buena, porque insisto que debe ser la mejor, y gestionada por gente ilustrada y erudita, ajenos a toda ideología. Solo saber, enriquecer el saber y transmitir el saber.

    ¿O me quieres decir que el conocimiento y la cultura debe ser coto privado solo para los que puedan pagarlo, privando de él a toneladas de cerebros inteligentes y capaces a pesar de ser cerebros de gente pobre? ¿Es lo que quieres? ¿Que los que no puedan pagar enseñanza privada sean condenados a ser unos tarugos serviles al mendrugo, aunque algunos sean más inteligentes que algunos ceporros ricos?

    Si es así o si deseas polemizar y seguir contradiciendo palabras fantasmas, que nadie ha escrito, no voy a continuar dando pábulo a tus aberraciones. Dejaré de molestarte para que sigas machacándotela solo, sin perturbar lo que parece producirte tanto placer.

    Cuando madures lo retomamos.

    Si quieres.

  • Bastiat dice:

    No hijo no….

    YO lo tengo claro, tu no lo tienes claro.

    Tu dices que el Estado tiene que velar por el suministro de todo aquello que sea esencial o vital para la justicia, la dignidad y la supervivencia de la nación, en todos y cada uno de sus individuos. Y yo nunca te negaría eso.

    Lo que te niego es que eso sea la Educación para todos, la Sanidad para todos, los medios de transporte para todos…..

    En sentido estricto, y con el que yo estoy de acuerdo, es que el Estado debe proveer la Justicia, igual para todos, si no no sería justicia, la defensa, porque no podríamos asegurar la defensa de unos y no la defensa de otros, es decir, igual para todos, y la seguridad, porque todos tienen que tener la misma e igual seguridad sobre lo que le es propio….

    Todo lo demás son las fantasía de aquellos que piensan que se puede vivir a costa de los demás.

    Si yo tengo la posibilidad de NO educarme o no educar a mis hijos conforme a lo que el Estado decida, cosa que aquí no pasa, tengo que tener derecho a no pagar por ello. Esa decisión libre queda eliminada en el momento en el que no sólo se me obliga a pagarla si no que hasta se me obliga a recibirla.

    Lo entiendes????

  • Clandestino dice:

    Esto es el cuento de las habas…

    Hay que explicarte todo como a un bebé.

    Que el estado garantice el acceso a la cultura, al conocimiento y otros servicios esenciales o vitales, a todos los ciudadanos, no significa que algunos lo adquieran por sus medios, otras fuentes o incluso renuncien a adquirirlos. Ninguna persona puede ser excluida de él, por cuestión económica, demográfica, geográfica u otra circunstancia cualquiera que inhiba a la empresa privada, por baja o nula rentabilidad.

    Ignorante no significa mala persona, pero sí ceporro e indolente que niega la esencia de ser, eligiendo no ser. Que no sepa leer o no haya adquirido formación académica no significa que sea tonto ni ignorante. Por extraño que parezca el aprendizaje autodidacta es el más desordenado pero el que más arraiga en el individuo, por ser netamente selectivo. El conocimiento hay muchas formas de asumirlo e interpretarlo y muchos niveles según capacidad intelectual, situación o ubicación.

    Sin conocimiento o sin interés por él, no se es nada. Repito que el conocimiento es la base de todo lo demás. Sin él no hay nada. Un tarugo. Un cuerpo relleno de carne con ojos a merced del primero que lo nutra con un miserable mendrugo.

    Puedes elegir líbremente tus servicios, pero el estado debe garantizarlos a todos aquellos que prefieran o no tengan más opciones que acogerse a las garantías del estado, las cuales nadie debe poder igualar ni superar.

    Cada uno es libre de hacer de su capa un sayo, pero el estado tiene que velar por el suministro de todo aquello que sea esencial o vital para la justicia, la dignidad y la superviviencia de la nación, en todos y cada uno de sus individuos. Para eso lo tenemos. Para eso lo pagamos.

  • Bastiat dice:

    El problema que tienes es que mitificas las instituciones, el Estado, la justicia, la ley, pero te olvidas que todas ellas en si no existen, existen las personas que ocupan los puestos que se han generado para que ejerzan esa labor.

    Y esa labor se hace sin responsabilidad porque los ciudadanos mitifican igual que tú dichas instituciones. No es que el Estado sea una mierda sino que lo que hace el Estado está hecho por hombres, falibles, corruptibles, elegidos por personas falibles y engañables, personas que votan por una ilusión pero no por la realidad. Y la realidad es que no se puede vivir a costa de los demás. Y eso es lo que muchos votan

    Tú piensas que el Estado debe ser lo que debe ser, y pese a que aciertas en el porqué no funciona no te das cuenta de que lo que tu pretendes es ahondar en el error.

    El Estado no puede ser una empresa de servicios. Para eso no se creó. Y como no debe prestar esos servicios no puede hacerlos bien, porque mi salud es cosa mía, y no de todos, la educación de mis hijos es cosa mía y no de todos, lo que es de todos es vivir en un lugar seguro, con una justicia independiente…. pero nada más.

    • Clandestino dice:

      Vivir en un lugar seguro es un servicio que pagamos al estado y que debería prestar el estado. La Justicia es un servicio que pagamos al estado y que debería prestar el estado.

      Tú puedes educar a tus hijos como creas conveniente, pero el acceso al conocimiento y a la cultura tiene que garantizarla el estado y está obligado a hacerlo al cien por cien de los ciudadanos. Todo individuo es el contenido de su memoria. El conocimiento es la base de todo lo demás. No es verdad que la educación abona espacio al conocimiento sino al contrario. Ningún ceporro ignorante se distinguirá por una educación razonablemente cívica, ética, moral o cortés, por mucho que su padre se lo inculque. Un erudito sí podrá serlo siempre, aunque nadie le haya enseñado a serlo. Donde no hay conocimiento anida cualquier cosa asimilable por el instinto más primario. Ruindad, fanatismo, maldad, crueldad, embrutecimiento, miedo, complejo… en el mejor de los casos nos puede salir un pacato timorato, pero pocas veces o ninguna, educación. Por eso hay que llenar ese espacio con conocimiento anticipándonos a los vertidos del lumpen. Hay que formar gente inteligente antes que se afinquen en el pillaje de los listos que nutren las bandas registradas como partidos políticos.

      Nos volvemos a repetir. Ya sabemos que el estado actúa según la actitud de la gente que lo ocupa. Casi nunca por sus aptitudes, en caso que las tuvieran. Sin embargo es para lo que se les paga y es por lo que cobran. ¿En base a qué razón o aspecto jurídico, político o de estado, hemos de permitir o consentir esta monumental estafa, corrupción, mofa o crimen organizado en nuestro estado, con nuestro dinero y en nuestro nombre?

      Por más vueltas que le doy, no lo veo. Pero sobre todo lo que no veo ni me parece de recibo es que la solución sea privatizar lo que permitimos que ellos no hagan y que le pagamos para que hagan, porque no les sale de sus güitos abiertamente, y lo volvamos a pagar una vez y media más en euracos de bellón y una vez y media más en peor calidad y peor garantía del servicio.

      Pregunto:

      ¿Por qué hemos de pagar varias veces un mal servicio, porque un puñado de chulos de baja estofa se defecan en la nación y hacen lo que les sale del bolo impunemente con nuestro estado, con nuestro dinero y con nuestro derecho?

      • Bastiat dice:

        NO.

        Cierto que la defensa es una cuestión del todos. No hay manera de que el atacante de nuestro país diferencie a quien paga una empresa de seguridad que de otra. Cierto que la justicia o es una igual para todos o no nos podríamos definir como país, estado o nación, como sociedad.

        Pero NO.

        El Estado NO tiene que garantizar el acceso al conocimiento, y mucho menos si eso es, además obligatorio, como en el caso actual, porque yo tengo todo el derecho del mundo a ser un ignorante redomado. Conozco mucho ignorantes, que difícilmente saben leer y mucho menos entender algo de la economía, historia, sociología o incluso religiones varias que son mucho mejor personas y más comprensivas con su entorno que mucho ilustrado. La educación no es garantía de nada respecto a eso. Y sí, si es obligatoria, y sí, si es impuesta por el estado garantía de sometimiento de los ciudadanos al poder del estado.

        Y SI. “¿Por qué hemos de pagar varias veces un mal servicio, porque un puñado de chulos de baja estofa se defecan en la nación y hacen lo que les sale del bolo impunemente con nuestro estado, con nuestro dinero y con nuestro derecho?”

        Eso, ¿porqué no puedo elegir libremente quien me presta un servicio que no es obligatorio, que no tiene el Estado porqué prestar, que para nada el Estado me tiene que imponer de ninguna manera y bajo ningún concepto??????

        Porque hay gente como tu que piensa que el Estado está para ser una empresa de servicios obligatorios a prestar y obligatorios a recibir.

  • Clandestino dice:

    Jubal

    «Estado no es una estructura de gestión, aunque le guste presentarse como tal, sino de dominación.»

    Igual que Bastiat, defines al estado según es enmierdado y no según debe ser, como si os encantara que el estado sea una basura, aceptando y dando por bueno la imposiblidad de fiscalizarlo, cuando realmente omitimos nuestro deber de hacerlo. Pero en un país que vive de la pesca en ríos revueltos, reconducir las aguas no es precísamente el objetivo de los pescadores.

    El estado solo puede ser gestor y garante del interés general. Así es concebido e instituido. En cuanto no es eso y solo eso, y se convierte en poder bastardo no representativo, automáticamente legitima y obliga al ciudadano a intervenirlo democráticamente como poder soberano y como propietario, para recuperarlo y legitimarlo en su función de gestor y garante.

    La gestión del estado está perfectamente contractualizada democráticamente mediante leyes por justas, limitadas por el orden constitucional.

    No he dicho que haya que privatizar nada, sino todo lo contrario. He sugerido la necesidad de nacionalizar servicios y suministros de primera necesidad, como energías y comunicaciones actualmente privadas y convertidas en instrumentos de expolio y agresión al usuario, totalmente desamaprado ante sus abusos y carencias o deficiencias en el suministro. Esa es la única extorsión, junto a la omisión del crimen organizado en el estado, repartiendo botín entre todos.

    El estado debe subcontratar. Nunca privatizar servicios de vital importancia para la industria, el comercio, la enseñanza, la sanidad o la vida. Las garantías de suministro, calidad, cantidad y accesibilidad, deben estar siempre bajo riguroso control del estado.

    La disciplina del mercado se centra en los intereses del mercado exclusivamente, y eso repito que es legítimo pero incompatible con el interés general, por tanto nunca se debe privatizar el interés general. La disciplina de la política es una quimera porque no elegimos políticos sino a sinvergüenzas y ladrones. Porque nadie mueve el trasero para deshacerse de ellos, porque al mercado le interesa y vive de ellos y de corromperlos, para desamparar a sus víctimas y meterles la mano en la bolsa y en los hígados, como están haciendo los bancos robando a cientos de miles de víctimas apaleadas por la polícia previa autorización judicial. Cuantos más ladrones y sinvergüenzas haya en el estado, más feliz es el mercado infectado de ladrones y sinvergüenzas. Y el que no lo sea es expulsado o desahuciado tanto de un muladar como del otro.

    Decís que el estado es una mierda. Y estáis encantados con que lo sea porque en base a ello justificais la mierda del mercado.

    Digo que el estado es una mierda sirviendo a un mercado que es una mierda, y que no justifico una mierda con otra. Quiero que el estado sea lo que debe ser, para que el mercado también deje de ser una mierda y que cada cual ocupe su lugar y obtenga las rentas conforme a sus méritos.

    Vamos a dejarnos de gilipolleces y vamos a darle una oportunidad a la Justicia que bien cara la pagamos para que resulte tan extremadamente inútil a todo el que no sea capaz de ser ladrón y sinvergüenza.

  • Clandestino dice:

    Adelgazar el estado significa reducir gastos, empleados, políticos y equipamientos superfluos, fastuosos o corruptos, manteniendo y mejorando los servicios.

    El estado no tiene por qué ser proveedor directo de servicios. Basta con que asuma su responsabilidad garantizándolos en tiempo, cantidad, precio y calidad. No tenemos por qué tener una plantilla de más de tres millones de empleados públicos y además subcontratar los servicios. O lo uno o lo otro, pero las garantías de los servicios, siempre han de estar bajo riguroso control del estado.

    Los servicios no son individuales. Los servicios se prestan siempre a la totalidad de la comunidad nacional, unos, y orientado a determinados colectivos, otros. El usuario es individual o colectivo, pero la oferta es nacional y los debe prestar el estado, directamente o subcontratados, pero es el estado el que asume la responsabilidad en las garantías de la prestación y de los costos más ventajosos de esos servicios. Si se subcontratan hay que deshacerse de empleados. Sino se prestan directamente exigiendo el debido rendimiento a esos empleados, quedando sujetos a las normas laborales como otro trabajador cualquiera del sector privado.

    El estado sirve al conjunto ciudadano independientemente de su contribución al fisco. Y ese servicio debe ser siempre orientado al interés general. Si determinados servicios favorecen ese interés subcontratándolos, que así sea. Si de alguna manera va a ir contra el interés general, de ninguna manera se debe subcontratar.

    Privatizar nunca. Por el contrario se deben volver a nacionalizar las energéticas y comunicaciones. Los intereses de la empresa privada, son legítimos, pero nunca alineados con el interés general. Esto es causa de discriminaciones de multitud de pequeños colectivos, excluidos de determinados servicios por no resultar rentables para la empresa privada.

    Ni la calidad de la cerveza tiene su origen en la benevolencia, ni el estado debe ser benevolente. Simplemente debe limitarse a realizar escrupulosamente los trabajos encomendados, ajustándose rigurosamente a la contractualidad del orden constitucional y de la legalidad democrática.

    • Jubal dice:

      ¿»Interés general»? ¿»Colectivos»? Veo que tienes muy asumidos la lengua y el pensamiento politiqueses.

      ¿Los intereses de la empresa privada «son legítimos», pero hay que privatizar determinados sectores? La nacionalización es una medida coactiva. Libertad, civilización, derecho significan coacción contra el agresor y ausencia de coacción contra el que no es agresor. Si son legítimos, no hay base para la nacionalización. Y son legítimos. Otra cuestión es que determinados «monopolios naturales», como el agua corriente, sean ofrecidos por el poder público y la empresa privada no compita con ellos por no tener sentido económico para ella (no porque el poder público se lo impida, que es lo que ocurre cuando hay un monopolio «no natural», o lo que sucede en nuestro tiempo, con el Estado metido de lleno en el mercantilismo/capitalismo de amigotes, imponiendo barreras a la competencia –siempre en aras del «interés general»– que favorecen a la gran empresa y hacen la vida imposible a la pequeña, dando como resultado oligopolios privilegiados). Ni las telecomunicaciones ni la electricidad son «monopolios naturales».

      La disciplina del mercado hace que los interes privados se desenvuelvan dentro de lo legítimo. La disciplina de la política es una ilusión, una quimera que nunca puede materializarse por estar basada en falsos supuestos.

      Una constitución no es un contrato. Las elecciones y los programas electorales con que los partidos políticos concurren no tienen carácter contractual. Un contrato no puede establecerse con una parte colectiva, difusa, anónima y transgeneracional. En el ámbito público faltan las bases más fundamentales sobre las que establecer relaciones contractuales, lo que constituye el gran problema de la mentira política de nuestro tiempo. El Estado no es una estructura de gestión, aunque le guste presentarse como tal, sino de dominación.

  • Clandestino dice:

    Bastiat

    No hablo en absoluto de las virtudes del estado, sino de la necesidad ineludible de un estado como gestor-proveedor de servicios comunes. Este estado será más o menos eficaz, según sea más o menos, o mejor o peor fiscalizado por ‘la comunidad de propietarios’. Los que vivimos en comunidades de vecinos sabemos que cuando eso es así todo funciona de maravilla. Se elige presidente, secretario, tesorero, vocales… y todas las decisiones extra rutinarias se toman por consenso en reuniones y previa firma de las actas correspondientes.

    ¿Por qué renunciamos a este procedimiento de control democrático con nuestro estado igualmente de nuestra propiedad, e igualmente con el mismo fin u objetivos? Aparte del volumen ¿Qué otra diferencia hay en las formas de defender los intereses comunes, mediante la correspondiente supervisión de los interesados, asistidos por ese derecho reconocido constitucionalmente en todas las democracias?

    El individualismo es legítimo y respetable, en la gestión y defensa de los interés individuales. Cuando el individualismo gestiona intereses generales, inapelable y subjetivamente reconduce este a su propio interés en detrimento del general. Lo estamos viendo y padeciendo cada día con las energéticas y operadores de telefonía y redes, a sumar a las tarascadas de las multinacionales y gran empresa sobre la absoluta indefensión al consumidor que les proporciona el estado corrupto como parte de ese crimen organizado.

    Los empresarios solo quieren ganar dinero. Algo legítimo hasta el momento en el que se alinean y adentran en la corrupción como condición sine quanom para acceder a contratos ofertados por los corruptos del estado. La adjudicación del contrato pasa por el sobrero. Unos en gasolineras, otros en despachos, otros en cacerías… Entonces ya tenemos el pillaje al completo. Cuantos más actores participen en la gestión de los servicios comunes, más caro nos salen esos servicios y menos calidad tendrán, puesto que los sobreros crecen con la misma velocidad que engorda una bola de nieve, hasta el punto en el que estamos. Pagamos más impuestos, recibimos menos servicios y con menos calidad y medios, y generamos una deuda impagable. Sin embargo el gasto aumenta. ¿De verdad crees que esto ocurriría si ejerciéramos un riguroso control fiscal sobre nuestros servidores y empleados públicos?

    El estado no es un ente etéreo y omnipotente, sino un instrumento imprescindible y sometido a la autoridad del ciudadano, que como propietario se sirve de él para disponer de una serie de servicios e infraestructuras que individualmente nunca podría obtener. Este instrumento es propiedad y responsabilidad de su propietario. Es tonto insistir en que el estado es la gente que lo ocupa, cuando omitimos el ineludible deber de controlar la gestión y dirigir las pautas de esa gente. Si el propietario no lo controla y permite ser superado por él, es responsable y justo sufridor de su propia negligencia. Si no somos capaces de ser demócratas en nuestra libertad, solo nos queda ser cipayos manoseados y serviles a nuestra propia servidumbre. Y es exactamente en el nivel que estamos. No es nuestro estado ni nuestra servidumbre los responsables de su corrupción y criminalidad, sino nuestra vagancia irresponsable o cobarde. Si tu perro me muerde, la responsabilidad es tuya no de tu perro.

    Creer que la privatización del estado nos librará del crimen organizado sobre nuestra propia omisión, es creer en los reyes magos o aspirar a ser parte de los intereses bastardos de ese crimen organizado. La libertad y el derecho no caen del cielo. O lo mereces ganándolo y defendiéndolo, o renuncias a ello asumiendo y aceptando las consecuencias. O la recompensa de la libertad obtenida del valor y el esfuerzo, o la pocilga fecal del cobarde miserable. Cualquier término medio es una autoestafa virtual, sin realidad posible que la respalde. Un vestidor donde trajearnos sobre nuestros harapos.

    • Bastiat dice:

      Clandestino yo creo y mucho en la libertad y el derecho. La sanidad y la educación pública nada tienen que ver con ello

      Yo no sé en qué comunidad de vecinos vives tú. En una como la de “aquí no hay quien viva” puedes pensar en que todo esté controlado porque la cercanía entre unos y otros permite ese control del que hablas. En una comunidad de vecinos como la mía, poco más de 100 vecinos más locales comerciales… la asistencia difícilmente supera el 30%. Y gracias.

      Sólo en los casos más graves ha habido una presencia mayoritaria y no precisamente para ejercer control ni unanimidad en lo acordado.

      Muchos son los que “pasan”.

      En una comunidad de vecinos de no muchos más de 100.

      ¿Pretendes que en todo el Estado se ejerza un control asambleario de la gestión de un hospital, de un instituto?

      De hecho, en el caso de la educación, se pretendió algo así con los consejos escolares. Una ruina.

      Pero además, estas presuponiendo que la sanidad y la educación son asuntos comunes.

      Y no. Son asuntos individuales y como asuntos individuales hay que tratarlos. Yo decido dónde llevar a mis hijos al colegio, yo decido qué medico me trata o a que clínica quiero acudir para realizarme las pruebas o las operaciones…. YO elijo porque son asuntos individuales.

      Y quienes eso gestionan lo hacen desde ese mismo punto de vista individual. Si son empresas. Los gestores públicos no. Lo hacen desde el punto de vinta individual pero asumiendo todos el coste de la gestión y la responsabilidad y los resultados de dicha gestión.

      Eso es así por la imposibilidad de establecer esos mecanismos de los que hablas. Un asamblearismo para juzgar al director de un hospital. ¿Lo ves viable o simplemente te parece una buena idea pero no has pensado ni un momento en cómo llevarla a cabo y qué supondría?

      Más bien esto último.

      No sólo eso, tus críticas a los empresarios demuestran que tienes animadversión a la empresarailidad, animadversión a aquel que trabaja por el lucro… y no me parece mal. Pero ocurre que es el mejor método. Todos trabajamos por nuestro interés. Todos. Y los empresarios también…. y los políticos igualmente. Y es en el caso en el que lo público y lo privado se mezcla en dónde se da las mayores cotas de corrupción. Y no se dan porque existan empresarios sino porque existen políticos, gestores de lo público que administran como si fueran suyo pero que todos pagamos.

      Insisto. Ese es el Estado. El Estado que hemos conseguido pensando que es un proveedor de servicios, que nos proporciona “una serie de servicios e infraestructuras que individualmente nunca podría obtener”, como si yo pensara que una carretera se construir sólo por interés individual en vez de como canalización de muchos intereses individuales que ven esa necesidad que alguien se encargar de proveer para obtener un beneficio.

      Las carreteras, como bienes públicos tienen fecha de caducidad. Se realizan sin el control necesario para garantizar su durabilidad sabiendo como se sabe qué métodos constructivos las hacen mas duraderas, se hacen débiles para que necesariamente se tengan que reparar pasado un tiempo. El Estado asume para sí la construcción de carteras, ante su ineficacia en esa labor, demostrada, clandestino, hartamente demostrada, contrata a empresas que así las hacen y en connivencia con los políticos las hacen de manera ineficaz. Si la carretera fuera tuya… si te produjera beneficios, como un bar o una tienda, ¿se te ocurriría construirla de manera que el coste del mantenimiento superara tus ingresos? Creo que no. Pues eso.

      Mientras que en el mercado aquel que la hace la paga, sobre todo con una justicia eficaz, en el mundo de lo público son los representantes políticos los que tienen el poder de decidir sobre nuestro dinero. Sin control efectivo.

      Salvo que quieras ejercer ese control con el asamblearismo…. Ineficaz, insostenible, imposible.

      • Clandestino dice:

        De ninguna manera tengo animadversión por los empresarios. He trabajado para ellos. Después lo he sido. Y ahora a veces, vuelvo a trabajar para algunos de ellos como autónomo. He trabajado para toda clase y nivel de clientes, incluidas diferentes instituciones del estado. En contratación directa como autónomo muy poco. Olvidé ‘los sobres’.

        Entre los empresarios hay de todo, pero todos tienen en común su interés por el beneficio. Interés lógico y legítimo. Pero repito que solo mientras se mantengan en la legalidad. Desgraciadamente para trabajar a la Administración, eso es casi imposible. La administración corrompe y se corrompe.

        En cualquier caso, si los servicios se privatizan como sugieres, no cambiaría nada. El estado tendría el poder de concesión, supervisión y apertura. La extorsión asegura la corrupción. El encarecimiento también. Seguiríamos pagando más y con un progresivo deterioro en la calidad de esos servicios. Y encima el ciudadano no puede fiscalizar a la empresa privada, como si puede y debe hacerlo con las gestiones del estado. Me vuelvo a repetir recordando los abusos de operadores en los servicios energéticos y comunicaciones, así como en la indefensión absoluta del consumidor. ¿Acaso no está tras todo ello la ‘mano tonta’ del sobrero?

        ¿Qué paso con la fomosa trama de corrupción del ayuntamiento de Madrid, organizada entorno a la concesión de licencias de actividades económicas y de aperturas? Miles de establecimientos ejerciendo en Madrid sin licencia de apertura, y siendo extorsionados por diferentes camarillas de funcionarios mes tras mes. Traslada eso a nivel del estado y tendrás una mafia organizada diez veces más grande, más fuerte y con diez veces más beneficios que la de ahora.

        La solución pasa por adelgazar el estado, despojarlo de poder y por obligarlo a rendir con la debida puntualidad y calidad de los servicios, desde la total transparencia. Si no somos capaces de hacerlo, tendremos lo que tenemos. Si lo que tenemos lo privatizamos, perderemos la soberanía sobre su control, tendremos peores servicios, más indefensión, menos garantías y mucho más caros.

      • Bastiat dice:

        Ves clandestino como si lees tu mensaje, vuelto por pasiva, es decir leyéndolo tu mismo como si fuera de otro, me darías la razón.

        Adelgazar el Estado significa quitarle al Estado muchas tareas que hace. Entre otras cosas esa función que te empeñas en otorgarle de prestador de servicios porque es ahí donde mas corrupción se produce.

        Evidentemente que el problema es la administración. Evidentemente. Cómo va a querer alguien que no tiene responsabilidad en cuanto a sus actos como un funcionario pretender que funcione sin más. Si el empresario tiene interés en el beneficio, su propio beneficio ¿qué te hace pensar que el funcionario no lo va a tener igual? Es más, si encima le damos el poder de otorgar licencias, ejercer controles y manipular el mercado… ¿por qué piensas que no va a tratar de obtener un mayor beneficio incluso saltándose la ley?

        Y siguiendo con tu idea de la capacidad de control por parte del ciudadano ¿cómo? Eso no me lo has contestado porque pretender que todos los ciudadanos o una mayoría suficiente se va a dedicar de manera efectiva y eficiente a realizarlo en sus ratos libres…. NO. Mira no. Si pensamos que el Estado es una empresa a nuestro cargo lo que piensa la mayoría es que se lo tienen que dar, ya pagan impuestos, y así, sin mas. Y como mi acción individual frente al estado es sólo una frente a todas las demás, la cosa se pone difícil.

        Por eso se delega en personas, se supone que preparadas para tal fin. Y tal fin es que las cosas funcionen, pero no eliges al inspector de bares, ni al inspector de colegios, ni al inspector de hospitales. No, eliges al político que te promete el oro y el moro con tal de ocupar el poder. Y esa elección no se corresponde con la calidad de los servicios sino con la ideología.

        El problema pues se resume en dos: Ver al estado como prestador de servicios comunes, que no lo son, como ya te he explicado, cosa que ni me mencionas, y por otro lado la imposibilidad de controlar de manera efectiva la calidad de esos servicios.

        Y dices, y dices bien que mientras el estado controle en gran medida lo que se privatice, telefonía, energía, transportes….. Sanidad, Educación, el peligro existirá. Por supuesto. Quitate de la cabeza que el estado tiene que prestar esos servicios.

        ¿Por qué no se liberaliza totalmente todos esos servicios? Porque hay quien piensa que los debe prestar el Estado, que los debe asegurar el Estado.

        NO tenemos buena cerveza por la benevolencia del Cervecero……

  • Clandestino dice:

    Bastiat

    Describo el estado y sugiero el movimiento democrático para ejercer un riguroso control sobre él, como única forma de tener el estado que queremos y que pagamos.

    Tú describes lo que tenemos y sugieres suplantar el muladar de corrupción por un ‘buitrazgo carroñero’ basado en la privatización total del estado, en lugar de dar la cara evitando que nos roben desde nuestro propio estado. Predicar pero nada de dar trigo.

    Solo hay dos opciones. O dar la cara imponiendo un estado bajo control democrático, como yo propongo, o pasar de controlarlo permitiendo su corrupción y descomposición, como vía para justificar la necesidad de suplantarlo por el pillaje privado, como tú propones.

    Aznar privatizó algunas empresas públicas. A día de hoy el estado es más obeso, más caro y más criminal que nunca. La privatización encarecerá y reducirá la calidad de los servicios y nos obligará a pagar el doble de impuestos, para mantener el pillaje del estado y el pillaje de la privatización.

    O nos organizamos para defender nuestros intereses frente al hampa, o nos seguirán robando con absoluta impunidad. El hampa del estado y el de las privadas. Juntos y por separado.

    • Bastiat dice:

      Clandestino, la condición humana es la que es. La condición humana parte de que las sociedades estás formadas por individuos, no por grupos. Los grupos es la sociedad.

      El Estado es la forma en la que plasmamos las relaciones que entre los individuos tenemos. Relaciones unas de carácter meramente individual otras fruto de la armonización de esas interacciones individuales. Un contrato es una relación entre individuos. La ley que rige el cómo resolver los contratos en caso de conflictos es esa armonización.

      En ese proceso es en donde tiene sentido el Estado. Al igual que en la defensa, un bombazo no discrimina entre quienes sí quieren la guerra y quienes no dentro de una ciudad, y la policía, representación del interés de los individuos de vivir en lugares seguros.

      Todo lo demás huelga.

      Sin embargo hablas y hablas de las virtudes del Estado. Virtudes relativas a las funciones que se empeña en usurpar, con la complacencia de mayorías de individuos que quieren verse libres de sus responsabilidades, y hablas y hablas de que el estado siempre, siempre podrá hacerlo mejor que la empresa privada.

      Una de las virtudes del individualismo, de la respetabilidad de sus actos, del respeto hacia los demás y, sobre todo en el plano social, la capacidad para hacer que eso sea realidad mediante la justicia, es que cada uno tiene que asumir el resultado de sus acciones. En el caso positivo, que cada uno tenga el fruto de su trabajo, en el caso negativo, que pierda en los negocios que gestione mal, que sufra la cárcel, la ruina el desprestigio. Si piensas que el Estado puede sustituir el sentido de la responsabilidad individual gracias a la acción democrática de manera minuciosa y exhaustiva de todos y cada uno de los aspectos de la vida en los que se entromete…. simplemente estás fuera de la realidad.

      Los empresarios no quieren expropiar, robar al ciudadano. Todos somos empresarios. Todos vendemos algo, unos “tuperwares” otros su fuerza de trabajo. Y todos queremos obtener en ese proceso de intercambio el mayor beneficio posible. La democracia no va a juzgar cada comportamiento individual en todo momento, es imposible. Pero hay una institución, no físicamente representada, no armonizada por ninguna mano cognoscible más que la voluntad de los que en ella participan, no un ente, el Mercado. El mercado es verdaderamente democrático porque las decisiones que en él se toman son libres, si es que así se permite y protege, y son efectivas porque en el proceso de elección se depuran los malos productos, los malos comportamientos, las malas empresas quedando las buenas.

      El principal problema que tienes es considerar al Estado como un ente… cuando lo que es es la suma de las personas que lo gestionan, que de él viven y que están libres de una verdadera responsabilidad porque es prácticamente imposible la fiscalización de sus actos, de quien lo componen.

  • Bastiat dice:

    Lo fácil, para mi, en este momento, es recurrir al tópico: “el poder corrompe”. Y a su hiperbólica coda: “el poder absoluto corrompe absolutamente”.

    Siendo esto así, el que el poder llegue a ser absoluto es culpa nuestra también, pero la existencia de poder, necesario por la necesaria organización de la sociedad, nos lleva a que lo que hay que intentar es que no llegue al poder absoluto, en demasiados aspectos el que ahora mismo padecemos, sino que se quede en los sustancial para lo que necesitamos la existencia del poder, en administrar la justicia, establecer la defensa y garantizar la seguridad. Nada más.

    En el momento en el que nos salimos de esos límites, poder limitado lo llamamos, estamos abriendo la puerta al desboque del poder. Y la primera manera de permitir eso es precisamente el ver al Estado como una empresa de servicios. Servicios por los que nos impone precio y nos devuelve lo que le da la gana.

    No, Clandestino, somos culpables no de no elegir buenos gobernantes sino de esperar que el Estado sea la solución de nuestras incapacidades individuales. Le pedimos al Estado que redistribuya no la pobreza, no somos pobres, sino el peso de nuestras irresponsabilidades entre toda la sociedad.

    Una sociedad sana, es una sociedad en la que el ciudadano es responsable de sus acciones. No que culpa a todos de ellas y espera que todos se lo solucionen.

    • Clandestino dice:

      No. Craso error. El estado ni se concibe ni se constituye para resolver problemas individuales, sino para suministrar servicios colectivos. Nada más. El estado es una central de servicios comunes, no un consultorio sentimental.

      No. Craso error. El estado en sí mismo, no tiene poder. El poder lo ostenta el conjunto ciudadano. El estado es su instrumento, los equipamientos y bienes inmuebles son su propiedad, y los empleados y gestores solo son su servidumbre.

      No. Craso error. La empresa privada nunca podrá suplantar al estado. Nunca deberá poder igualar la capacidad de prestación de servicios del estado. Si eso ocurre solo puede ser porque la gestión del estado es fraudulenta, y eso solo puede ser porque omitimos el deber de que eso no sea posible, ejerciendo nuestros deberes democráticos. Democracia es movimiento y control sobre nuestros gobiernos e instituciones.

      Una sociedad sana es una sociedad democrática que mueve el trasero para controlar y exigir a sus servidores los servicios que paga, con la calidad, cantidad y puntualidad que los paga, exigiendo total y absoluta transparencia de las cuentas públicas.

      Una sociedad que omite el deber ineludible de controlar a sus servidores públicos con el debido rigor, y se dejachulear por sus servidores, y además se deja caer en el chuleo de la empresa privada, es un montón de mierda a dos bandas, por dejarse robar sumisamente por todos a la vez, ya que si no es capaz de controlar a sus servidores, nunca podrá hacerlo con entidades privadas sobre los que no tiene jurisdicción directa como sí la tiene sobre su servidumbre. Mucho menos si esas entidades privadas y los servidores públicos conforman el crimen organizado en el estado, repartiéndose el botín obtenido de una corrupción y de un expolio en aumento progresivo sin medida ni contención.

      El estado es imprescindible. El estado es el brazo político del ciudadano y tiene el poder y el rigor que le exige e impone democráticamente el conjunto ciudadano, como dueño y patrón. Si el conjunto ciudadano se deja fragmentar y enfrentar, entonces ambos, ciudadanos y estado, serán sendos estercoleros, que es lo que somos y es lo que tenemos.

      La empresa privada nunca jamás será la solución a los servicios comunes. Por el contrario será un robo impune más, a sumar al robo impune de nuestros servidores públicos. Ninguna entidad privada podrá igualar nunca ni de lejos, los servicios que está obligado a prestar el estado.

      Sí se podrán subcontratar servicios a entidades privadas, bajo rigurosa supervisión, gestión y control del estado, con el fin de mantener el servicio eludiendo por tiempo indefinido, la extorsión de las mafias organizadas por empleados públicos liderados por liberados sindicales, tal como hace la sanidad de la Comunidad de Madrid actualmente, con lo que ha reducido drásticamente las listas de espera y mejorado la calidad de numerosos servicios, manteniendo los costos. De ello por propia experiencia, doy fe recibiendo una persona allegada, parte de su asistencia por una entidad subcontratada de la reputación de la Clínica Ruber, con una profesionalidad, puntualidad y calidad impecables.

      Sí habría que revisar el blindaje antidespido de los empleados público, que desincentiva parte del interés en el desempeño de sus funciones.

      • Bastiat dice:

        No, ese es tu error. El estado se ha concebido para satisfacer y resolver cuestiones individuales. ¿Qué es si no la ley de dependencia? ¿Qué es si no el hecho de la sanidad o la educación? El cuidado de mis padres es tarea mía…. no del Estado. El procurarme y procurar para los míos la educación y la sanidad es tarea mía y no de todos. Ese es tu error. Pensar que esas son tareas comunes.

        El error es pensar que porque el Estado tome para sí labores que deben hacer los individuos por sus propios medios los realice el Estado bien sin atender al desempeño de cada uno.

        Y eso, Clandestino, lo logra el Estado porque el poder del ciudadano así lo busca. Es el ciudadano el que vota por opciones que convierten a lo que debería ser, yo también tengo mi definición de Estado, se convierta en una empresa de servicios en lo que cuenta no es la calidad del servicio sino el auto convencimiento de que eso esta así bien y que es en bien para todos. Es el ciudadano el que quiere que le quiten responsabilidad, que le den sanidad sin pensar en buscar cómo conseguirla, que le de educación sin tener que elegir colegio, que le cuiden al padre viejo y coñazo para no tener que hacerlo él.

        No sólo eso, sino que el Estado al final tiene que tirar de empresas privadas para prestar muchos de los servicios que dice prestar porque es incapaz de auto controlarse, de auto limitarse a sí mismo. Porque el Estado NO EXISTE. Existen las personas que viven de él sin preocuparse por ser juzgados por la calidad de su servicio porque son funcionarios.

        Y eso es así porque una característica fundamental del ser humano es que trabaja por su interés. No existe el interés común, ni la función social. Existe la suma infinita, tantas como individuos, de intereses particulares que sometidos al escrutinio de la acción, del respeto y la responsabilidad determina qué es lo bueno o qué es lo malo, qué satisface las necesidades de los demás y que no.

        Una sociedad sana democrática que no sea responsable siempre siempre tendrá a la socialdemocracia. Al desastre. Como estamos viendo.

        Pos supuesto que una sociedad sana tendría buena educación y buena sanidad. porque una sociedad sana es indispensable para tener un sistema político, judicial, económica eficiente y efectivo. Pero no estamos buscando una sociedad sana como definición sino que estamos tratando de encontrar qué puede definir mejor a una sociedad sana sin exigir a los ciudadanos que sean ángeles.

        Y si creamos y creemos en un estado benefactor NO estamos siendo una sociedad sana. Una sociedad de hombres y mujeres responsables para consigo mismo que es lo fundamental para que exista una sociedad sana.

  • Clandestino dice:

    Bastiat

    Una buena enseñanza cuesta exactamente la mitad que una mala, y lo mismo pasa con una buena sanidad, que cuesta exactamente la mitad que una mala.

    Una buena enseñanza es la que imparten buenos maestros a un alumnado obligado a alcanzar el máximo nivel de conocimientos que le permite o admite su intelecto.

    Lo decide la demanda ciudadana, lo paga el contribuyente y lo gestiona el estado. Repito: El estado. Y soy de los que creo que debemos tener menos estado. Pero nadie debe gestionar los servicios comunes más que el estado. Por garantía, precio y calidad, nadie debe poder ofertarlos mejor ni más baratos.

    Una buena sanidad es aquella cuya responsabilidad recae sobre buenos profesionales de la medicina, y mantienen el mejor estado de salud posible a sus pacuentes, sin desviar recursos públicos para sus consultas privadas, ni operar a sus pacientes ‘privados’ en hospitales públicos.

    Un buen estado es el que provee lo mejor, por la mitad de lo que pagamos por lo peor.

    Un buen estado es el que vela por la seguridad y el interés general. El que presta a sus ciudadanos los servicios que demanda y paga con la debida calidad, cantidad y puntualidad. El que gestiona el dinero de todos para que todos disfrutemos de mejores servicios que los que pueda ofrecer cualquier entidad privada.

    No confundamos el estado con los políticos. No confundamos a los políticos con los ladrones y sinvergüenzas… aunque sean dos en uno.

    • Bastiat dice:

      Lo siento, Clandestino, la realidad está ahí afuera.

      Y no la quieres ver.

      El Estado no es un ente independiente de quienes lo gestionan. El estado es quienes lo gestionan. La idea que podamos tener del cómo puede y debe funcionar el Estado es una cosa y otra muy distinta es ver qué ocurre día a día.

      La diferencia entre el Estado y cualquier empresa es que el Estado no puede quebrar, bueno, eso era antes, ahora hay mas de un estado quebrado (¿por qué será?) y una empresa privada si. Y si una empresa quiebra, el empresario dueño de ella se arruina, pierde su negocio, acaba mal considerado…. Tiene muchos alicientes para dar un buen servicio y al mejor precio.

      Una buena enseñanza no es lo que yo diga que es, es la que dependiendo de las múltiples interacciones en el mercado obtiene mayor reconocimiento. Como pasa con el pan o las tostadoras.

      Una buena sanidad es aquella que en el mercado satisface las demandas y necesidades del cliente, como pasa con las peluquerías y con los bares. Y yo no sé específicamente qué hay que hacer o qué mejorar para dar el mejor servicio al mejor precio en esos dos ámbitos del mercado. Si lo supiera y tuviera los medios para montar un negocio en un mercado libre en la enseñanza y en la sanidad lo haría.

      Pero sobre todo no entiendo cómo me dices que es un servicio común cuando quienes participan en él, como los médicos y las enfermeras, el bedel y el de mantenimiento de los ascensores son privados, el profesor de secundaria y la secretaría del centro, individuos que buscan sus beneficios al igual que el resto de los mortales y que gozando del privilegio del funcionariado se permiten el lujo de no cumplir con sus respetivos puestos de trabajo, y, encima, sabedores que sus respectivos ámbitos son de importancia capital para la ciudadanía, la sanidad nos permite librarnos de la enfermedad, la educación nos permite librarnos, por unas horas, de nuestros hijos, se permiten el lujo de realizar huelgas contra la ciudadanía usándonos y usando a nuestros hijos como rehenes para obtener mejoras en su salario y en sus condiciones de trabajo que ya quisiéramos muchos de los trabajadores que les pagamos el sueldo poder disfrutar.

      Son seres individuales, privados, y se aprovechan del servicio público.

      La realidad es esa, no como yo quisiera que fuera.

      • Clandestino dice:

        Claro Bastiat.

        Yo te hablo del estado tal como se concibe y tú hablas del estado estercolero tal como es en realidad.

        La cuestión es que pagamos un estado ideal y recibimos material de estercolero esparcido a discreción por los ventiladores del crimen organizado que lo ocupa.

        El problema es que como ya hemos comentado alguna vez, somos responsables de nuestro estado y omitimos el deber de esa responsabilidad, permitiendo su descomposición. Hay dos causas para la corrupción: Poder e impunidad. Si acabamos con ambas, acabamos con ella.

        El estado del que te hablo, no el que «disfrutamos», debe ofrecer los mejores servicios posibles, a distancia de lo mejor que pueda ofrecer cualquier entidad privada, con mayor implantanción y mucho más barato, y pagando la mitad de impuestos que pagamos y cero expolios y mordidas.

        Bastaría con votar a gente decente y competente, vigilando que lo sigan siendo, linchando políticamente a todo el que deje de serlo. Ni es tan complicado ni tan difícil. Es sencillamente democracia.

  • Clandestino dice:

    Uff. Vaya mitin que me has largado, Jubal. No has tenido piedad.

    Lo que Juan Ramón Rallo define como especulación, de toda la vida se ha entendido como comercio o negocio legítimo. Independientemente de las múltiples definiciones que le dedica la RAE, de toda la vida especulación lleva inherente una connotación negativa que la opone a la legitimidad de la actividad comercial y que la RAE sugiere, pero evita definirla abiertamente como ‘estafa encubierta’, generando confusión ante la abrumadora amplitud que nutre el gremio. Especular siempre fue beneficiarse de condiciones favorables a costa de generar otras desfavorables.

    Sobre el resto llueve sobre mojado.Lo hemos hablado muchas veces. Las burbujas son cuidadosamente programadas y desarrolladas sobre mercados propicios instalando gobiernos propicios y manipulables por inútiles, parásitos, ignorantes y corruptos. Donde banca y especuladores, son el eje de las mismas. Siembran su burbuja, la inflan, y cuando tienen suficiente presión las desinflan cuidadosamente y a cosechar robando a todos los incautos que han sembrado mediante efectos llamadas y la ilusión de una economía milagrosa donde todo el mundo puede ser rico.

    Y así una vez y otra y otra… ¿O acaso alguien puede creer que estos misteriosos ciclos económicos son naturales como los monzones?

    Por favor.

  • Jubal dice:

    Nota: He enviado una respuesta en tres partes. La segunda parte se ha publicado inmediatamente, mientras que la primera y tercera están pendientes de moderación en estos momentos.

  • Jubal dice:

    En cuanto a los especuladores, me parece que, como el 90% o más de la población, y confundido por los males de nuestro tiempo, exceso de actividad especulativa e hipertrofia del sector financiero incluidos, tienes un concepto equivocado de lo que es la especulación y no entiendes que una actividad sin clientes explícitos sea legítima y productiva. La especulación es una cosa (que todos hacemos, puesto que es inherente al cálculo económico) y el robo, el fraude y la corrupción son otras cosas distintas. Cuando Goldman Sachs ayuda al gobierno griego a falsear las cuentas, eso no es especulación. Es fraude y corrupción. Cuando Goldman Sachs endosa unos milloncejos en hipotecas basura a unos inversores desprevenidos, eso es fraude, no especulación. Hay un par de artículos de Juan Ramón Rallo que pueden ayudar a aclarar las ideas: ¡Viva la especulación! y ¿Sirve para algo la economía financiera?

    Después de leerlos, debería quedar claro que los músculos no andan muy acertados si le dicen al cerebro que es un parásito por gastar el 25% de la energía que consume el organismo, cuando son ellos los que hacen el trabajo productivo de desplazar el cuerpo de un lugar a otro, levantar cargas, etc. El sistema financiero es el cerebro de la economía. La lobotomización no es una buena política. La racionalización de los sistemas político y monetario-bancario, de acuerdo con principios fundamentales de libertad y justicia sí lo es. Una vez más: la enfermedad no se cura atacando los síntomas, sino las causas. En lo que respecta a la especulación, como he señalado antes, es el poder político el que ha permitido un sistema de expansión monetaria-crediticia sin estorbos, creando unos mercados de cotización de riesgos políticos (divisas, bonos del Estado/tasas de interés) a cuyo lado, los mercados de riesgos económicos naturales (materias primas, acciones) son enanos a los pies de gigantes. ¿Cazar mosquitos o eliminar aguas estancadas? No es un dilema tan difícil.

    Llegados a este punto, si no te he perdido, tal vez puedas ver los problemas de la máxima «el que trabaje que coma, el que no quiera trabajar que se muera» en el contexto que le has dado. ¿Quién decide qué es trabajo productivo y qué no lo es? ¿Alguien que cree que 1) el cerebro de la economía es una infección de organismos parásitos propiciada por unas bajas defensas políticas, y 2) que los males de hoy se evitaron en una fase precedente porque aquí había una dictadura autárquica de altas defensas? ¿Y por qué no el Ché Guevara, que hablaba amigablemente con alguien (ya no recuerdo a quién le escuché la anécdota) a quien creía proletario productor, hasta que se entera de que es un músico parásito y entonces le mira con hosquedad? ¿O los Jemeres Rojos, claros exponentes de los millones de muertos que puede producir una máxima del tipo «¡Todos a producir!»? Ojo. El predominio de la visceralidad sobre la razón nos hace proclives al error. Los errores tienen consecuencias. Y el poder político multiplica la magnitud de las consecuencias.*


    *Lo que, dicho sea de paso, era el mensaje de la novela «Dune» de Frank Herbert, según el propio autor, aunque a veces uno lee por ahí interpretaciones algo sui generis… pero esto no es más que una anotación espontánea.

    En fin. Creo que ya puedo seguir con mis oraciones.

    …como el viento que recoge
    mi lamento y mi pesar,
    camino sin cesar…

    • Bastiat dice:

      Ves…. en este momento puedo decir y digo que estoy absolutamente de acuerdo contigo….. menos en que la enfermedad sea el Estado. NO. la enfermedad es que hay una masa de gente que vota a las personas que les prometen que podrán vivir a costa de los demás.

      Si quisieran los ciudadanos eliminar el dinero fiduciario, si se ejerciera por parte de la sociedad un control exhaustivo sobre el dinero, basado éste en el patrón oro o en un control sobre la cantidad de efectivo disponible, si no se permitiera el rescate de bancos y no se aceptara la manipulación de los tipos de interés por los bancos centrales….

      Lo mismo, digo que, lo mismo, no estaríamos hablando de esta crisis.

      NO. Como bien dices hay que saber ver cuáles son las causas y cuales las consecuencias.

      Y esta crisis es consecuencia de que la gente piensa que se puede mantener el Estado del bienestar….

      Y no.

      • Clandestino dice:

        Se puede y se debe mantener el estado de bienestar. Una buena sanidad, una buena enseñanza (no educación) y unas partidas presupuestarias para casos de catástrofes o desempleo, no es tan caro gestionado racionalmente y solo para sus cometidos, y garantiza una vida digna a una población enferma, discapacitada o puntual o temporalmente sin recursos para sobrevivir. Puntualizo lo de «solo puntual y temporalmente».

        Lo que no se puede ni se debe es mantener indefinidamente a media nación hedonista en categoría de profesionales del paro, del sindicalismo, del cejeo, del escaqueo, del cordón y la corrupción, agarrados como lapas al subsidio y la subvención, y amparados por un gobierno que cosecha sus votos a costa de robar a los demás, bajo acusación de ser «extrema derecha».

      • Bastiat dice:

        Clandestino…. ¿qué es una buena sanidad? Perdón…. la pregunta es…. ¿cuánto cuesta una buena sanidad y quién lo decide?

        Ese es el problema.

        Si queremos que aquellos que están en dificultades tengan un soporte estudiemos la manera de ofrecerles ayuda. Pero de manera que quien la preste sepa que tiene que hacerlo de manera eficiente, no aprovechándose de ello, para así conseguir el fin y no cargarse los medios. Que es lo que está pasando.

        Una buena enseñanza….¿qué es una buena enseñanza? Perdón….. La pregunta correcta sería ¿cuánto cuesta una buena enseñanza y quién lo decide?

        No sabemos qué es una buena enseñanza o educación, que es lo mismo, dejémonos de paparruchadas, aquel que no sea educado no podrá aprender o ser enseñado en un sistema reglado, como para decidir imponerlo a todos los ciudadanos. Cada uno tenemos nuestra opinión para lo que sí…. o mejor, para lo que no es una buena enseñanza. No impongamos métodos…. seamos capaces de afrontar que las personas han de tener la capacidad de decidir y, sobre todo, de responsabilizarse de los resultados. No dárselo todo hecho.

  • Jubal dice:

    Clandestino,

    respecto a lo que dices en el segundo párrafo, una cosa es la banca y otra la especulación. Lo que dices sobre la banca se aproxima a la verdad… de aquí y ahora, en las circunstancias concretas que vivimos, pero no tiene validez universal: sujeta a leyes justas y privada de los privilegios especiales de los que ahora disfruta, la banca es un negocio legítimo y necesario para una economía mínimamente desarrollada.

    He dicho «se aproxima a la verdad», pero creo que no es la verdad o no toda. Es el poder político el que concede a la banca sus privilegios, sistema monetario fraudulento incluido. Y lo hace porque al propio poder político le interesa: carteliza la banca, le da los medios legales para expandir el crédito sin estorbos y obtiene así la financiación para expandirse. Son cómplices en una partida de Monopoly trucada, de la que no podemos escaparnos legalmente. Ahora bien, la depredación de la economía (la productiva, evidentemente, pues no hay otra), se produce por dos métodos*:
    -inflación (expansión monetaria y creditica), e
    -impuestos.
    Cómo se depreda la economía por medio de los impuestos, se quiera ver o no, es evidente. En cuanto a la inflación, los beneficiados son los primeros receptores del dinero recién creado (que pueden gastarlo antes de que su poder adquisitivo disminuya, efecto que tarda un tiempo en producirse): normalmente el Estado y la gran empresa, especialmente la que basa su negocio en los encargos que recibe del Estado (y, antes o después, de una forma o de otra, el patrimonio personal de los políticos que deciden esas contrataciones medra y engorda). La banca recibe su parte del botín, como ha explicado Dhavar, con el privilegio de cobrar intereses por una masa de dinero-deuda que expande cuanto puede a partir de la nada. Basta añadir el último grito en materia de expolio al ciudadano, el socialismo bancario («si gano, gano, y si pierdo, me rescatas») y, de manera muy resumida, tenemos la radiografía completa del tinglado.

    Lo de que banca y especuladores «suelten y recojan cuerda a su total conveniencia» tal vez tenga algo de cierto si quitamos la palabra «total», pero hay fuerzas económicas a las que nadie se puede sustraer. Niveles disparados de deuda no son sostenibles. El último tropezón de la expansión crediticia se produjo en la segunda mitad de 2007 y ha hecho patente la crisis que se estaba larvando durante la época de vacas gordas, hormonadas y atiborradas de antibióticos. Con las condiciones del actual sistema (dinero-deuda, banca de reserva fraccionaria… ), un negocio tan apalancado como el bancario no puede permitirse el lujo de expandir crédito cuando sus activos se deprecian o desaparecen y como consecuencia sus recursos propios caen por debajo de los niveles de capital que se le exigen. Para colmo, la poca capacidad de expansión del crédito que puedan tener en estos momentos, se la adjudica el Estado, dejándoles el plato vacío a los agentes económicos privados.

    Una importante aportación de la escuela austríaca de economía es la teoría del ciclo económico. La inflación (expansión monetaria), al cortar la ligadura entre crédito y ahorro, falsea las señales del mercado. Los empresarios tienen la impresión de que hay más ahorro disponible del que realmente existe, y se embarcan en inversiones cuyo futuro es menos boyante de lo que parece. Las distorsiones introducidas por la inflación en el mercado inducen errores sistemáticos. En un mercado libre (banca sin privilegios, emisión de crédito limitada por ahorro disponible) los empresarios cometen errores individuales, repartidos homogéneamente en el tiempo. Los errores sistemáticos son generalizados y afectan a sectores económicos enteros de forma súbita y simultánea. El ciclo económico es un desorden propio de un mercado adulterado, no libre. En un mercado libre sólo hay fluctuaciones producidas por condiciones naturales (sequías, desastres naturales, etc.), el crecimiento es ordenado, y las vacas engordan a su ritmo, sin hormonas. El ciclo económico del mercado adulterado por la inflación (que es un fenómeno político, artificial) destruye capital (riqueza): lo invertido en proyectos inviables se pierde y nos encontramos que tenemos menos que al empezar. Reponerse y reajustarse, suponiendo que las señales del mercado ahora sean fiables, lleva un tiempo. Si el poder político interfiere haciendo lo que mejor se le da, a saber, aplicar teorías económicas erróneas, intentando reinflar la expansión creditica (curar el alcoholismo con más alcohol) y aplicando medidas absurdas que solo destruyen riqueza, reponerse y reajustarse lleva mucho más tiempo. Un diagnóstico del tipo «enfermedad = banda de políticos mafiosos + banqueros parásitos» es incompleto y simplista.


    *La emisión de deuda pública es una combinación de inflación e impuestos, puesto que es la adquisición «financializada» de poder adquisitivo avalada por su poder recaudatorio.

  • Jubal dice:

    Clandestino,

    me ha costado entender por qué me dices lo del primer párrafo. Con la frase «todo cambiará y, como resultado, todos seguirán padeciendo lo que solamente algunos merecen» no pretendo justificar a ningún manipulador, ladrón o cosas peores. Lo que pretende ser es un aguijonazo / llamada de conciencia a que cada uno se responsabilice, ante todo y en primer lugar, de lo que le corresponde, en su propia casa.

    Entro en materia. Vale por la que te debía del mes pasado, ya que lo retomamos donde los dejamos entonces. Va a ser larga, por lo que se entenderá por qué no encontré tiempo de terminarla entonces.

    Con Franco se vivía mejor. Y con Kennedy, con De Gaulle o con Erhard, que no eran dictadores autárquicos. La causa no es la aplicación de la fuerza por el poder político sobre «ladrones y sanguijuelas». La causa es que el nivel de deuda soportado por las economías de los países occidentales en los años 50 y 60 era mucho menor que ahora. Con un sistema monetario todavía ligado al oro hasta el año 1971, aunque fuera de manera débil y muy defectuosa, la inflación (expansión monetaria y crediticia) no avanzaba tan deprisa como en un sistema monetario de dinero-deuda totalmente desvinculado del oro, como es el actual. Aquellas décadas eran todavía una fase relativamente temprana del proceso de deterioro económico, político y moral asociado a la inflación, que, dicho sea de paso, es un fenómeno artificial utilizado para financiar la expansión del poder político a costa de la clase productiva y ahorradora.

    Roto el último vínculo con el oro en 1971, queda un sistema de dinero-deuda puro y, con ello, camino expedito para la inflación y todo lo que lleva aparejado. Tras el ajuste de los años 70 a la nueva fase del proceso, con elevadas tasas de pérdida del poder adquisitivo del dinero y el comienzo del declive de los ingresos reales de la clase productiva y ahorradora, los cambios de la siguiente fase de deterioro se manifiestan. La expansión del crédito se acelera y se desvincula, cada vez más, del nivel de ahorro existente. La emisión de deuda pública se dispara y la especulación sobre riesgos naturales (materias primas) y puramente económicos (acciones) empequeñece ante los mercados donde lo que cotizan son riesgos políticos (bonos del Estado/tasas de interés, divisas). Al mismo tiempo que el poder político se expande, controlando dominios cada vez más extensos de la vida del individuo (con la consiguiente politización de la vida social), la economía se «financializa»: de cada vez más cosas se compran a crédito. Ni siquiera dos sueldos son suficientes para que la unidad familiar mantenga el nivel de vida medio que en los 50 y 60 se conseguía con un sueldo y a base de ahorro.

    Como ya te dije el mes pasado, no hay que confundir los síntomas con la causa de la enfermedad. Es ésta la que hay que atacar, no los síntomas. Confundir causa y efecto impide comprender la historia y encontrar soluciones.

    Advertir de que la abundancia de mosquitos no es la causa de que el agua se estanque no es expresar simpatía por los mosquitos (en los círculos «austríacos» en inglés que frecuento en internet, es habitual referirse coloquialmente a la gran banca y los bancos centrales como banksters, fusión de las palabras banker y gangster). No somos los «austríacos» los que nos empeñamos en una «defensa a ultranza» de lo indefendible. Es la defensa a ultranza de otras cosas por otras personas, de forma seguramente inconsciente, lo que dificulta que éstas nos comprendan. Eso y el ataque a ultranza, guiado por la emoción, no por la razón, contra el muñeco de paja en el que se proyectan todos los males. Aunque te resulte difícil creerlo y comprenderlo, que María denuncie que la tasa de transacciones financieras que los euroburócratas van a imponer destruirá riqueza, no significa que le gusten los mosquitos. Lo que significa es que, en el berenjenal en que nos hallamos, está ofreciendo análisis certeros y atinados, llenos de razón y carentes de apelaciones demagógicas, uno tras otro. Y, uno tras otro, recibe respuestas decepcionantes. No lo digo por peloteo. No conozco a María ni quiero nada de ella. Lo digo porque es la verdad, simple y llanamente. El tiempo apremia y, en lugar de avanzar, en cuanto la cosa se pone un poco más fea, retrocedemos.

    Prosigo en los siguientes mensajes comentando otras cosas que has dicho.

  • Bastiat dice:

    Aquí no te pillo.

    Es decir, que empiezas a comprender que el problema no es el Estado sino las masas informes que pretenden, como decía mi Frédéric, usarlo para vivir a costa de los demás.

    Si no fuera así, si las masas estuvieran dispuestas a aprender no se correría a nadie y, lo mismo, no hacía falta nada más que un poquito de Estado.

    Por eso, porque they can change it if belief in it.

    How many people?

    ¿No?

  • Jubal dice:

    Experimento 1:
    Mises y Rothbard van a un campamento floral del 15-M a ofrecer un poco de educación (de la de verdad, la que sí es educación) pública gratuita. Resultado: Mises y Rothbard salen corriendo con una multitud persiguiéndoles, gritando sinsentidos como «¡Fascistas! ¡Neoliberales!» Hayek, a salvo bajo su disfraz de comediante callejero, y portando un cartel que reza «No soy conservador», observa la escena y habla de fútbol con Recarte.

    Experimento 2:
    Ellen Brown & The Greenbackers van a un Flower Camp del 15-M para dar un des-concierto para construir un mundo mejor aplicando las recetas económicas de la Alemania nazi. Resultado: el público les aclama. Entre los vítores y los gritos histéricos, se oyen la voces de algunas jovencitas: «Ellen, ¡queremos un hijo tuyo!» El público masculino prefiere liberar su energía hormonal lanzando improperios contra los malvados banqueros y los pérfidos ehpeculadores.

    Conclusión evidente: son los libertarios los que viven en un «mundo Flower Power». Yeah! Dhavar for President! Change we can believe in.

    Todo cambiará y, como resultado, todos seguiran padeciendo lo que solamente algunos merecen. Como siempre.

    Padre nuestro que estás en los cielos…

    • Clandestino dice:

      Bastiat

      Culpar a las muletas de tu cojera no es muy buen argumento. La manipulación de las masas es tan antigua como andar erguidos. Conseguirlo con realtiva facilidad, no justifica al manipulador. Aunque un ladrón sea jaleado por un millón de personas, sigue siendo un ladrón.

      La banca y los especuladores, sueltan y recogen cuerda al mercado productivo del que se nutren, como si fuera un gran pez a su total merced y a su total conveniencia. Banca y especuladores no generan un solo céntimo de riqueza. Ni uno solo. Se limitan a expoliar al mercado que la produce, mediante un dinero documental, puesto en circulación en la imperiosa necesidad de respaldarlo fraudulentamente con lo producido por terceros. Por tanto son meros depredadores que hay que aislar de la cadena productiva si queremos una economía racional, estable y solvente, sostenida por un mercado económicamente autosuficiente, al conservar la riqueza que por derecho y en Justicia le pertenece. Esa riqueza que les bailan al son de los gobiernos corruptos del corte de zp y de lo que nos viene, y de sanguijuelas como bancos y especuladores.

      Eso es una realidad que se toca y nos golpea. Por mucho que se pretenda envolver con frases hechas sobre izquierdas o derechas o tontos útiles, los buitres existen y nos sobrevuelan con sus asquerosos graznidos.

      Franco consiguió un buen nivel de protección al mercado productivo formado en su mayor parte por minoristas o pymes, operando directamente entre ofertante y demandante, eludiendo la escasa oferta especulativa, siendo la propia estabilidad del mercado el mejor aval y no pocas veces su única garantía. Esto permitió dejar fuera del mismo a bancos y especuladores, tanto nacionales como internacionales, lo que a su vez generaba una fuerte demanda por consumo mediante nivel adquisitivo alto, que daba solidez y estabilidad a las empresas garantizandoles unos beneficios que les procuraban su independencia financiera.

      España se convirtió en una antiburbuja que ni parásitos ni sanguijuelas estaban dispueston a permitir, tras la muerte del dictador. A la vista está su erradicación y los resultados. Pero antes o después le estrechez de los márgenes obligará a implantar esa forma de economía. El mercado productivo ya no da para satisfacer la avaricia especulativa. Ya no puede cubrir un endeudamiento muchas veces superior a la riqueza que genera. Todo esto es una farsa y una locura. Y acabará en hecatombe. Y nunca más se volverá a permitir, por los que sobrevivan. El dinero dejará de ser mercancía, para limitarse a respaldar lo producido, quedando en manos de los que lo producen. Ni un céntimo más para nadie más.

      A partir de ahí «el que trabaje que coma. El que no quiera trabajar, que se muera».

  • Bastiat dice:

    Ya lo he hecho.

    Por eso no soy anarquista.

    Y no sólo eso, sino que para resolver el problema del dinero en una sociedad pequeña el cuanto es mas fácil, no hace falta puesto que los recursos son en sí escasos. Pero si hiciera falta… lo mismo creamos un banco central que emita vales, tickets o papel moneda que sirva para facilitar el intercambio.

    El problema, realmente, no es el qué, sino la cantidad y quién la controla.

  • Dhavar dice:

    Bastiat:

    No. El patrón oro es una parida milenaria- y el arma principal de aquellos que a través de la historia han querido hacerse con el control de una sociedad- , además de una ilusión y más de lo mismo en relación al monopolio privado del dinero. Digo que no hay más opciones que las tres que describo.La segunda, ovbiamente, aunque muy del gusto del mundo Flower Power de los libertarios, no tiene ni pies ni cabeza.
    Pregúntate cómo montariais un sistema monetario si naufragaseis, no sé, 1000 personas en una isla desierta. A medida que lo hagas verás que se te acumulan otros problemas previos, cómo qué es privado y qué común, etc.
    Es un ejercicio magnífico, muy clarificador de un montón de subnormalidades especiosas que damos por sentadas y no cuestionamos si en realidad significan algo o están diseñadas precisamente para oscurecer las cosas.

  • Dhavar dice:

    Bastiat:

    Claro que sí: «Oh Dios no permitas que esa banda de cabritos nos sigan arruinando la vida, ilumínanos y danos los cojones necesarios para que se haga justicia aquí en la tierra como en el cielo».Y así tendremos el Pan NUESTRO de cada día, ni más ni menos».
    Amén!
    (Es un Padrenuestro postmoderno)

    Clandestino:

    No se puede resumir mejor.

  • Jubal dice:

    Padre nuestro, que estás en los cielos…
    […]
    … no perdones nuestras deudas, pero danos fuerzas
    para repudiar las de nuestros amos terrenales…
    […]
    Padre nuestro, que estás en los cielos…
    […]
    …en estos tiempos de tribulación,
    en los que ninguna buena obra ni verdadera proposición,
    queda sin castigo ni reprobación,
    Dios te salve, María, Dios te salve…
    […]
    Padre nuestro, que estás en los cielos…
    […]
    … venga a nosotros tu… ¿pero qué… ? Padre Rafael, ¿oye eso? Es música, pero…

    – Calma, hijo, calma.

    … tenía que ser Nino Bravo, pero… ¡no es él! ¿Qué es eso? Necesitamos a Nino Bravo…

    – Son Ellen Brown & The Greenbackers.

    …¡¡¡No!!! Tenía que sonar Nino Bravo. ¡Necesitamos a Nino Bravo! Padre Rafael…

    – No desesperes, hijo. Reza conmigo…

    (al unísono) Padre nuestro, que estás en los cielos…

    • Bastiat dice:

      ¿Ves Dhavar?

      Jubal lo ha entendido

      La alternativa es …..

      ¡¡REZAR!!

      ¡qué tio!

      • Jubal dice:

        ¡Tranqui, hombre! Para una vez que estamos de acuerdo en algo…

        No obstante, me gusta mucho el Padrenuestro postmoderno de Dhavar. El problema está en la teología. En el coro no cantan los ángeles celestiales.

      • Bastiat dice:

        Jubal…. hombre…. que lo que pasa es que me ha gustado.

        ¿Ves como lo de escribir no es lo mismo que irse de cañas?

  • Dhavar dice:

    Bastiat, el primer poder es la facultad de «fabricar» dinero.De ahí para abajo todo va de suyo.Los actuales gobernantes son simples agentes, capataces de aquellos a quienes por su majadería y venalidad les regalaron el mayor privilegio y subsidio posible:La potestad monetaria.
    Y ésta, o es de todos y cada uno – en cada casa una maquinita y todo quisque fabricando pasta por su cuenta- , lo cual conduce al absurdo total, o es de la comunidad representada en el Estado, quien lo emite según las necesidades de esa sociedad.

    El Estado, no el partido político cuatrienal de turno.La Ley, en suma.Con el máximo rango, ya que no es el cuarto poder constitucional, sino el primero de todos y base de todos los demás, sólo que en nuestro sistema fraudulento – desde 1694-, se ha mantenido fuera del reconocimiento expreso precisamente para estar fuera del control inevitable que sufren los agentes político formalmente reconocidos.(sus capataces)

    O, como ahora, un grupo se apropia para sí de esa potestad y somete a todos los demás y es el verdadero amo y señor de todos (dictadura perfecta, oculta en sus capataces).

    No hay cuarta opción.

    • Bastiat dice:

      ¿Alternativa?

      Porque hemos hablado de ello en algún otro sitio….

      ¿Estás hablando del patrón oro?

      Porque no te olvides que lo que el Estado actualmente hace es representar lo que la sociedad decides. ¿Cuatrienalmente por una sociedad alienada?

      No te voy a decir que no….

      Pero….

      ¿Cuál es la alternativa?

  • Dhavar dice:

    «El problema es que el dinero con el que se financia no es de “todos” sino de la clase productiva «.

    No. Ése no es el problema ni de lejos.
    La producción, y toda la actividad económica, sólo pasa de mano en mano el dinero existente y así redistribuye el mismo. No añade ni quita ni un átomo a la cantidad de dinero existente y luego distribuido por la actividad económica .
    El problema es quién es la «clase productiva» a la que por un privilegio legal – un casi infinito SUBSIDIO LEGAL- se le permite crear -POR SÍ, ANTE SÍ Y PARA SU EXCLUSIVO BENEFICIO-y destruir ése stock de dinero que pasa de mano en mano con cada compra y cada venta, cada donación y cada herencia, cada pago de impuestos y recepción de subsidios.
    Esa clase «productora del dinero», se les sigue llamando bancos por una inercia del lenguaje, y, según todos los estudios al efecto, es la «productora» del 97-98% de todo el dinero (M1) que se «produce» en el mundo.
    Cada vez que prestan 100 y lo anotan en la cuenta del prestatario, han añadido 100 a la cantidad total de dinero
    Cada vez que compran un activo (acciones o bonos, por ejemplo), añaden otros 100 en la cuenta del vendedor y añaden por tanto esos 100 a la cantidad total de dinero.
    Ni los primeros 100 ni los segundos 100 estaban ni han entrado en esas cuentas desde ningún lugar del universo. Son creación originaria en sentido estricto,- dando al enter en un ordenador- exactamente igual que cuando antaño el Estado, representando así a toda la sociedad,y para bien de toda esa sociedad, no para beneficio de un grupito de la misma, emitía dinero respaldado por todos los bienes y servicios de esa sociedad contra los cuales se intercambiaba.
    Los primeros 100 han de devolverse con INTERESES – 110 por ejemplo – en un año.
    Ambas cantidades se deben. Y cuando se pagan se destruye ese dinero.
    Ahora bien, la parte de dinero que crean los bancos comerciales mediante préstamos – y que por tanto debe ser destruida y sacada del sistema- es muchísimo mayor que la que crean mediante adquisición de activos
    Por tanto, a todo tirar, esa parte vale 2 o 3.
    Lo que significa que esa sociedad en su conjunto, si paga los 100:
    -Desaparece todo el dinero.
    – Aún debe 7 de intereses (10-3)
    – Así que a refinanciar y que siga el baile.

    Por que, cuando empezó esta crisis:

    – Hubo una epidemia de peste negra que se cebo en millones de los más cualificados ciudadanos?
    – Se colapsaron por un terremoto todos los pozos de petróleo?
    -Fueron destruidas cientos de ciudades por los marcianos?

    No. Tanto los bienes de capital, como las fuentes de energía, como el stock humano y conocimientos acumulados no se movió ni un sólo puñetero milímetro. Todo era igual.

    Lo único que se había producido – y se sigue produciendo- era una gigantesca destrucción y creación, una inmensa REDISTRIBUCIÓN DE LA PROPIEDAD DEL DINERO, que luego produce inevitablemente una GIGANTESCA REDISTRIBUCIÓN DE LA PROPIEDAD.Period.

    Ése es el problema. Y , como suele decirse, tout le reste est littérature.

    Porque el dinero es aquello que se acepta universalmente en una sociedad como medio de pago o cambio, lo que expresan su leyes de curso forzoso. Es, por tanto, el bien social PÚBLICO POR EXCELENCIA, ya que es creado por todos y cada uno de los miembros de esa sociedad. Y cuando en nombre de esa sociedad lo emite EL ESTADO, que no el Gobierno, ése dinero no forma parte del patrimonio privado del gobernante, y entra en ésa sociedad para cumplir su función.
    En cambio, cuando se usurpa esa potestad por un grupo particular de ésa sociedad, se despoja a la misma de lo que es suyo y se pone a toda esa sociedad al servicio de ese grupo de usurpadores.

    • Bastiat dice:

      Dhavar, esos que llamas usurpadores, no podrían hacer lo que hacen si el Estado no les cubriera las espaldas.

      El problema es que los ciudadanos no están dispuestos a ser conscientes del riesgo de prestar SU dinero a personas que asumen riesgos desbocados. Y no están dispuestos a ser responsables sino que piden que de eso se encargue el Estado. Si un Banco Quiebra…..el Estado salvaguarda los depósitos.

      Pero claro, si el Estado se ocupa de eso es porque los gobiernos ven en el mecanismo bancario una maquinaria que poder controlar para influir en el mercado.

      Y, al fin y al cabo, lo hacen con nuestro dinero y con nuestro futuro. Difícilmente con el suyo.

      Y eso no debería de ocurrir así.

    • Clandestino dice:

      Creo entender que cuando María dice que el dinero ‘manoseado’ pertenece a la clase productiva se refiere a la economía de mercado productivo tal cual, no a la banca ni resto de mercado financiero. Todo el dinero o la riqueza que lo respalda, es fruto del mercado productivo. Por supuesto los depósitos bancarios también.

      El mercado productivo es el único que genera riqueza con valor real positiva, mientras el mercado financiero netamente especulativo, produce riqueza negativa estrangulando al mercado productivo. Es decir los productores pagan con la riqueza que generan, el agujero negro que genera el financiero, inducido o extorsionado en principio por los gobiernos para después ponerlos a su merced obteniendo su respaldo como garantía legal y policial, a su expolio a discreción, como está pasando actualmente.

      El mercado financiero utiliza la riqueza que genera el mercado productivo, para robar al mercado productivo, a pachas con los gobiernos, a partir del instante en el que este lo deposita en los bancos. Eso es una realidad y un grave problema, toda vez que el estado se erige en poder marginal como crimen organizado junto a banca y otros, para dedicarse al despojo legal del patrimonio y la liquidez de terceros.

      Y que nadie se equivoque. Con Rajoy se mantendrá el sistema. Lo deja bien claro con la inclusión del azote ladrón de pymes y autónomos, como cuarto de su lista por Madrid. Pasaremos directamente de la era zp original a la era del sucedáneo zp2.

  • Clandestino dice:

    Simplemente real como la vida misma. Me fastidia no poder disentir que es lo que mola. Tampoco tengo nada que añadir. Podría aportar alguna solución, pero lo de ‘rebanar pescuezos’ ya no impresiona.

    Buen artículo y además apto para todos los públicos. .

  • Bastiat dice:

    Pero María….. ¿Y qué quieres que digan?

    El problema no es que los políticos de este país o bien no sean capaces de reconocer sus errores, en el caso de la izquierda, o no sean capaces de decir la verdad de lo que hay que hacer, en el caso del PP, más que nada porque los ciudadanos no quieren oír ni hablar del asunto.

    No se quiere.

    Y como no se quiere, los partidos con “vocación de gobierno” es decir, el PSOE y el PP, hacen como que no están, hacen como que no van a hacer, se ponen de perfil.

    Por eso, y vuelvo a pedir perdón por adelantado, es por lo que siempre pediré un partido liberal que se presente a las elecciones. Sería bueno para el PSOE y para el PP, sobre todo para el PP, porque diríamos lo que ellos no pueden decirl. Porque pondríamos encima de la mesa lo que hay que hacer, porque no tendríamos vocación de gobierno. Y, en el improbable caso de que corramos el riesgo de que nos confíen dicho suplicio…. no tendríamos mas que subir el listón del radicalismo liberal para ahuyentar esa posibilidad o… si es que aún así nos siguieran confiando su voto, hacer las reformas verdaderamente liberales que hacen falta para el país, y, sobre todo, para recuperar el sentido moral de lo público y de lo privado.

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