Los regalos de Papá Noel
¿Cómo explicar a un niño qué es el electoralismo? Jesrad lo ha descubierto en su blog. Como recuerda, citando al humorista Pierre Desproges, los niños se diferencian de los adultos en que los primeros creen en Papa Noel y los segundos votan. Comparto la desesperación de Jesrad cuando se plantea cómo es que los mismos... View Article
¿Cómo explicar a un niño qué es el electoralismo? Jesrad lo ha descubierto en su blog. Como recuerda, citando al humorista Pierre Desproges, los niños se diferencian de los adultos en que los primeros creen en Papa Noel y los segundos votan. Comparto la desesperación de Jesrad cuando se plantea cómo es que los mismos individuos, probablemente cabales y responsables en su vida cotidiana, se comportan como los críos que redactan su carta a los Reyes Magos (o Père Nöel para la tradición francesa).
¿Qué lleva a la gente a aceptar la servidumbre voluntaria, a autoinflingirse tanto sufrimiento?
¿Qué lleva a la gente a aceptar la servidumbre voluntaria, a autoinflingirse tanto sufrimiento?
Ayer Judas acusaba en su blog a Batiburrillo de insultar a la misma población que comforma la España que defiende. Y tiene razón. La gente no es imbécil, no lo es en el día a día. Y, sin embargo, el comportamiento electoral es… de pitufo:
Y después de los cohetes artificiales, llega el pago de facturas a los que apoyaron desde Cataluña, desde Andalucía, desde los intermoneys. Llega la hora de plegar las velas de las promesas retráctiles de Solbes, de capear el temporal y de tirar el programa electoral al contenedor de reciclaje (mal emPEZamos, alguno no va a quedarse mirando).
Así, mientras unos siguen reinterpretando los resultados, analizando las futuras alianzas… los datos económicos van adquiriendo su verdadera dimensión. Octava o novena dimensión por lo que dicen las instituciones serias. Estupendo, no hay más que aguantar tirando de ese superávit que consiguieron otros, y ya se lo currarán esos votantes que escribieron su «carta» invadidos por la alegría materializada en una ceja picúa.
Así, mientras unos siguen reinterpretando los resultados, analizando las futuras alianzas… los datos económicos van adquiriendo su verdadera dimensión. Octava o novena dimensión por lo que dicen las instituciones serias. Estupendo, no hay más que aguantar tirando de ese superávit que consiguieron otros, y ya se lo currarán esos votantes que escribieron su «carta» invadidos por la alegría materializada en una ceja picúa.
¿Y los regalos? Pues eso, oiga, que los Reyes Magos son… los pitufos.